10 October, 2020
Quien más y quien menos, todos hemos deseado siempre que los nombres de los “tiempos” verbales tuvieran aunque solo fuera un poquito más de relación con su significado y uso reales. O por lo menos que no contradijeran abiertamente ese significado.
Probablemente hemos deseado que, por ejemplo, la forma más temporalmente, modalmente y aspectualmente definida del sistema se dejara de llamar Indefinido porque algún gramático notable pensó que si alguien dice que vio algo no podemos estar seguros de si siguió viéndolo o no (sic). Quizás hemos deseado inmediatamente después que ese viejo Indefinido no se renombrara Pretérito Perfecto Simple por oposición a un Pretérito Perfecto Compuesto (he visto) sobre una base puramente formal (simple-compuesto) que no dice absolutamente nada sobre su significado o uso. O que el Condicional dejara de ser pensado como una forma condicional para hablar del presente o el futuro y pudiera sugerir de manera lógica sus igualmente normales usos de suposición en el pasado (“Serían las 4 cuando llegó”). O que el nombre de los Pluscuamperfectos dejara de sugerir que en “Lo había matado” la víctima está más muerta todavía que en “Lo mató”. O que el Condicional compuesto y sin novio adoptara una denominación que permita verlo como pareja de hecho perfectamente correspondiente de cualquiera de los otros dos pluscuamperfectos (Sé que lo había matado / Supongo que lo habría matado / No creo que lo hubiera matado), es decir , como el “Pluscuamperfecto“ que realmente es, el pobre, sin que nadie haya tenido la delicadeza de reconocérselo. Etcétera, etcétera. Etcétera.
Mi actitud hasta ahora ha sido muy radical en la explicación, haciendo de la lista tradicional de tiempos un sistema coherente e interdependiente basado en significados espaciales, en lugar de temporales (aquí, aquí y aquí). Pero esta actitud ha sido, por el contrario, muy conservadora en las denominaciones, lo cual acarrea la contradicción irresoluble que explicará un simple clic en la siguiente imagen:
Por un lado creo que sigue habiendo razones para ser conservador, ya que estos nombres, por ridículos que sean, son ampliamente compartidos y por tanto ayudan a saber a qué nos referimos de manera económica. Es como llamar a un niño bizco Casimiro: es sin duda una crueldad, pero por lo menos sirve para que el niño deje la pelota y acuda a comer. Pero por otro lado, también creo que llega un momento en la vida en que hay que mirar a la injusticia a la cara con la barbilla alta y la daga presta. Como instruyó Cortázar:
La siguiente propuesta, por tanto, es el resultado tentativo de un compromiso que he decidido asumir con la vista puesta en que el nombre de las formas verbales guíe, más que divierta, a sus usuarios. Soy consciente de que es ambiciosa, pero no profeso un aprecio especial al orgullo de integridad de quien habla de los mareos desde el muelle.
El objeto fundamental de este borrador de nuevos nombres para viejos tiempos es el de preservar la sistematicidad y la correspondencia entre formas, de manera que sus usos, siempre atomizados, incoherentes y dispuestos a presentar excepciones a lo largo y ancho de nuestros libros, puedan empezar a ser comprendidos como lógicos por la propia denominación más que ser ensombrecidos por ella. La idea fundamental, en definitiva, es hacer visibles las leyes de correspondencia del mapa operativo del sistema verbal que en los propios nombres de las formas verbales.
Ante ustedes, pues, el estallido de una revolución de dimensiones áulicas en el modo de nombrar -y entender- las formas verbales en español. Cuando estén emocionalmente preparados, y solo cuando lo estén, pueden hacer clic en el tupido velo que por siglos ha ocultado la verdad:
¿Puede esta terminología ser operativa para profesores/estudiantes de ELE? Por si no lo pareciera, que no lo parecerá, propongo una versión que permite entrarles por allá de donde vienen (el tiempo) para llevarlos suavemente a allá a donde les resultaría más rentable ir (al espacio). ¿Penetrará esta innovación la impenetrable tradición didáctica de los tiempos que significan solo un tiempo pero que luego al final resulta que cada tiempo puede significar todos los tiempos?
Si los conceptos que organizan el mapa son transparentes, perfecto. En el probable caso de que suenen, que sonarán, a populosa lengua oriental, puede desplegar sus significados con un clic aquí:
Y en caso de estar interesados en comparar terminologías, clic aquí (solo se listan las 13 formas “vivas” del sistema):
¿Epifanía? ¿Perplejidad? ¿Escándalo por el ultraje a la autoridad y la tradición? ¿Necesidad imperiosa de dejar en este evento histórico la impronta indeleble de un comentario? ¿Ganas de cenar y seguir con la serie, y allá películas?
10 October, 2020 @ 12:54 pm
El problema que veo con los sistemas propuestos es que muchos maestros y profesores que mis estudiantes del colegio encontrarán después en la universidad no tendrán ni lo menor idea de que tiempos verbales mis estudiantes estén hablando, ni mis estudiantes de que digan sus maestros y profesores a menos que yo también les enseñe cómo “traducir” los nombres entre los dos sistemas.
Un problema menor cuando lo que ganamos son nombres que tienen un propósito operativo, pero seguirá siendo un problema.
Sí me quedo con una pregunta: ¿cómo se llamaría las formas del viejo “futuro del subjuntivo” en el nuevo sistema? Puede ser una forma muerta pero mis estudiantes y yo acabamos de platicar de él por haber leído “De lo que aconteció a un mancebo” y su moraleja “Si al comienzo no muestras quien eres,
nunca podrás después, cuando quisieres.” Además sigue apareciendo en la lengua jurídica y he escuchado que todavía se usa en algunas zonas de las Canarias y del Caribe (pues tal vez una forma no completamente muerta todavía, diciéndonos que se siente mejor mientras intentamos ponerlo en la carretilla de los muertos).
11 October, 2020 @ 1:19 pm
Tienes toda la razón, Jonathan. Por una parte, nadie que sea lo suficientemente humano está dispuesto a rechazar autoridad, tradición y pensamiento mágico juntos y al mismo tiempo. Y luego está, como tan bien indicas, esa gigantesca dificultad logística. Desafiar a la Gran Máquina Taxidérmica es, mayormente, cuestión de desahogo.
Y en cuanto al futuro de subjuntivo, ¿cómo llamarlo? Puesto que esta forma no existe en términos sistemáticos desde hace siglos, y su nicho funcional lo sobrelleva con extraordinaria gallardía el imperfecto de subjuntivo, resulta imposible darle un nombre que sea coherente con el resto de los nombres de un sistema completo y cerrado. Pero si urgiera el bautizo, yo lo llamaría “alomorfo anacronizante de las formas virtuales no-actuales limitado a oraciones subordinadas relativas (incluyendo las relativas temporales, modales, de lugar y cantidad) y condicionales”. Es decir, que mejor no llamarlo. No sea que vuelva.
11 October, 2020 @ 3:18 pm
Ja, ja, ja, me encanta la respuesta, profesor. En cuanto a su propuesta de cambio de nombres, también me parece muy acertada. Yo pienso utilizarla durante el presente curso con mis alumnos, a ver si les resulta más fácil, visto que las etiquetas de la “Gran Máquina Taxidérmica” no les dicen nada…como a mí.
12 October, 2020 @ 3:09 pm
En Inglés hay una equivalencia bastante cercana a los tiempos gramaticales del español, y si bien se usan nombres que al alumno intimida, nunca se acerca a la complejidad de los nombres de los tiempos gramaticales en el español. Yo he terminado por llamar a los tiempos verbales como se les llama en el ingles y enseño los nombres reales en caso de que quieran buscar referencias o para quienes estudian español con fines académicos.
Tiempos: Presente, Pasado, Pasado, *Pasado Imperfecto, Futuro
Tiempos Gramaticales: Simple, Progresivo, Perfecto, Perfecto Progresivo.
Presente/Pasado/Futuro/Subj. SIMPLE: Yo como, Yo comí, Yo comeré, Yo comería
Presente/Pasado/Futuro/Subj. PROGRESIVO: Yo estoy comiendo, Yo estaba comiendo, Yo estaré, Yo estaría
Presente/Pasado/Futuro/Subj. PERFECTO: Yo he comido / Yo había comido / Yo habré comido / Yo habría comido
Presente/Pasado/Futuro/Subj. PERFECTO PROGRESIVO: Yo he estado comiendo, Yo había estado comiendo, Yo habré estado comiendo, Yo habría estado comiendo
Siempre he estado esperando en una reforma de la nomenclatura de estos tiempos que como ha sido y es me parece innecesaria e ilógica.