6 November, 2016

El fenómeno del aspecto es mucho más que una propiedad de la representación verbal. Si se elimina la idea accidental de tiempo y se sustituye por la idea esencial de espacio nos ponemos en condiciones de alcanzar una explicación de mucho mayor alcance:
El aspecto es el foco bajo el que se representa una instancia, ya sea un verbo (proceso) o un nombre (objeto).
Actualizar lingüísticamente una instancia significa, en términos visuales, imponerle un perfil que la diferencie de un fondo. Si este fondo es la misma instancia, hacemos percibir la masa o la materia de que está hecha. Si este fondo es ajeno a la instancia, lo que ofrecemos es un objeto diferenciado del fondo, esto es, independiente. En términos de representación gramatical existen, pues:
- Nombres perfectivos: objetos representados como tales (un pan, el pan, ese pan…)
- Nombres imperfectivos: objetos representados como masas (pan, mucho pan, panes, algunos panes...)
- Verbos imperfectivos: procesos representados como tales (cantar, cantando, cantamos, cantaba…)
- Verbos perfectivos: procesos representados como objetos (ha cantado, cantó...)
Cuando el tiempo es sutituido por el espacio, la valoración gramatical de las formas verbales no solo mejora en términos explicativos y predictivos. También aumenta su coherencia sistemática.