ChatGPT no solo ha hecho posible el sueño de que nuestros estudiantes nos entreguen sus trabajos en un español indistinguible del de los nativos, donde, a diferencia de lo que venía sucediendo en la Edad de GoogleTranslate, ya no hay nada que corregir.  No solo hace eso, digo, sino que además nos proporciona un amplio espacio de imaginación automática para llevar al aula, con condiciones que podemos elegir e incluso personalizando los materiales con los nombres de los alumnos. Aquí, un puñado de ideas de las miles posibles.