16 March, 2023
Me confiesa Eleuterio varias cosas. Que siempre ha sido buen cliente de los ejercicios de huecos con los verbos en infinitivo entre paréntesis y la indicación de la persona, y a veces incluso tiempo, en que el estudiante debe formularlos. Que la adicción era tan consistente que nunca se dio cuenta de lo extraordinariamente artificial que este artificio es hasta que se dio cuenta. Que ojalá que pudiéramos hacer más naturales los ejercicios de gramática. Que tiene una clase mañana donde le toca “pasados” y piensa practicar con anécdotas como las de la imagen inferior. Que si habría una manera de prescindir de esos horribles infinitivos y someter a los estudiantes a muestras de lengua más auténticas para practicar su uso de las formas.
Yo le digo que debe haber muchas, a poco que se cavile, pero que de entrada se me ocurre una que permite que los estudiantes trabajen con un texto completo y real, y que en lugar de tomar sus decisiones aspectuales (imperfecto vs. indefinido o pretérito perfecto simple) sobre los ridículos esqueletos de un cementerio de infinitivos, puedan tomar algo que alguien puede decir en realidad, interpretarlo de manera aspectualmente conveniente, y convertirlo en una narración en pasado.
¿Alguna idea sobre cómo ayudar a Eleuterio? Sería estupendo leerla en los comentarios. Entre tanto, ofrezco la mía en este caso en la imagen inferior. Oculta, para no predisponer a otras ideas que puedan surgir. Solo tienes que usar la antorcha para encontrar dónde hacer clic y desvelar la idea.
Y si te gusta la idea, en la plataforma de Gramática Significativa del español para el aula tienes la actividad completa con cuatro anécdotas para practicar “los pasados” en clase (en el apartado “Aspecto”).